Éste es el primer libro que se publicó en España de un autor entonces desconocido, Charles Bukowski, que alcanzó de inmediato gran popularidad. Se ha comparado a Bukowski con Henry Miller y Hemingway, con Célice y Artaud, con Charlie Parker y W. C. Fields, y en pocos años pasó de escritor «maldito» a leyenda viviente. Los relatos aquí reunidos parecen extraídos de las tripas ulcerosas de su narrador, escritos entre ataques de delirium tremens, orgías y fantasías alcohólicas, utilizando el crudo lenguaje de la calle, de la escoria, de la basura, como nadie lo había hecho. Crónicas brutalmente divertidas de la pesadilla yanqui, del «desierto de neón», tan exentas de hipocresía, tan auténticas, que hacen estremecer. Apostamos a que el lector de este libro estará de acuerdo con la receta de Neil Baldwin: «Tomar una porción de Hemingway, añadir una dosis de humor (del que Hemingway extrañamente carece, mientras Bukowski es un virtuoso), mezclar con un puñado de hojas de afeitar y varios litros de vino barato, luego una o dos gotas de ironía, agitar bien y leerlo al final de la noche: así tendrá el auténtico sabor Bukowski».
Los papeles salvajes (Edición definitiva). Marosa di Giorgio. Adriana Hidalgo. $98
Marosa di Giorgio nació en Salto, Uruguay, y fue, como destacó Ángel Rama, una de las voces mayores de la lírica y la narrativa latinoamericanas. “Su estilo es muy peculiar, se lo reconoce a la lectura de una línea cualquiera; y no se parece a nadie”, afirma César Aira en Diccionario de autores latinoamericanos.
Su extensa obra poética está compilada en Los papeles salvajes, verdadero work in progress cuyo último libro, Diamelas a Clementina Médici (2000), es un extenso poema-río inspirado en la muerte de su madre.
Los detectives salvajes. Roberto Bolaño. Anagrama. $67
Arturo Belano y Ulises Lima, los detectives salvajes, salen a buscar las huellas de Cesárea Tinajero, la misteriosa escritora desaparecida en México en los años inmediatamente posteriores a la Revolución, y esa búsqueda el viaje y sus consecuencias se prolonga durante veinte años, desde 1976 hasta 1996, el tiempo canónico de cualquier errancia, bifurcándose a través de múltiples personajes y continentes, en una novela en donde hay de todo: amores y muertes, asesinatos y fugas turísticas, manicomios y universidades, desapariciones y apariciones. Sus escenarios son México, Nicaragua, Estados Unidos, Francia, España, Austria, Israel, África, siempre al compás de los detectives salvajes poetas «desperados», traficantes ocasionales, Arturo Belano y Ulises Lima, los enigmáticos protagonistas de este libro que puede leerse como un refinadísimo thriller wellesiano, atravesado por un humor iconoclasta y feroz. Entre los personajes destaca un fotógrafo español en el último escalón de la desesperación, un neonazi borderline, un torero mexicano jubilado que vive en el desierto, una estudiante francesa lectora de Sade, una prostituta adolescente en permanente huida, una prócer uruguaya en el 68 latinoamericano, un abogado gallego herido por la poesía, un editor mexicano perseguido por unos pistoleros a sueldo?Tsugumi. Banana Yoshimoto. Tusquets editores. $39
Maria Shirakawa, la narradora de esta delicada historia, tiene que marcharse a Tokio a estudiar en la universidad. Deja atrás la pensión Yamamoto, un lugar idílico junto al mar en la península de Izu, donde ha crecido al lado de su madre. Y también a su amiga de la infancia, Tsugumi, la hija bellísima del matrimonio que regenta la pensión. La amistad entre ambas ha superado ya muchas pruebas cuando Tsugumi invita a Maria a pasar un último verano junto al mar. Durante esas vacaciones, mientras ciertos incidentes amenazan con trastocar la vida de la pensión, Tsugumi encontrará el amor y Maria aprenderá el verdadero significado del hogar y la familia.
Con esta novela sobre el dolor, la amistad y el primer amor, Yoshimoto regresa al mundo que creó en Kitchen y Sueño profundo y que ha hechizado a tantos seguidores: un mundo en el que la tristeza y el silencio, el vacío y el desasosiego se difuminan en una atmósfera onírica y teñida de irrealidad.
Con esta novela sobre el dolor, la amistad y el primer amor, Yoshimoto regresa al mundo que creó en Kitchen y Sueño profundo y que ha hechizado a tantos seguidores: un mundo en el que la tristeza y el silencio, el vacío y el desasosiego se difuminan en una atmósfera onírica y teñida de irrealidad.
El pabellón de oro. Yukio Mishima. Seix Barral. $40
La presente obra, publicada en 1956, está fundada en un acontecimiento real: el incendio de un famoso templo budista por un joven novicio. El autor reconstruye a su manera los hechos e intenta hallarles una explicación psicológica: el protagonista de su novela, Mizoguchi, es un muchacho torpe, tartamudo a consecuencia de un traumatismo psicológico sufrido en su niñez, y afligido por un complejo de inferioridad que todas las circunstancias de su vida contribuyen a agravar. Admitido en el monasterio de Rokuonji (al que pertenece el Pabellón de Oro) gracias a la benevolencia del prior, acaba por concebir por el famoso monumento una admiración enfermiza, que le lleva a identificarlo con el arquetipo de la belleza y a hacer imposible para él toda otra admiración y todo otro afecto. El descubrimiento de esta influencia paralizadora le llevará a odiar a su ídolo y a destruirlo para recobrar finalmente la libertad. En El pabellón de oro se basa en buena parte la película biográfica Mishima, producida por Francis Ford Coppola y George Lucas y dirigida por Paul Schrader.
La presente obra, publicada en 1956, está fundada en un acontecimiento real: el incendio de un famoso templo budista por un joven novicio. El autor reconstruye a su manera los hechos e intenta hallarles una explicación psicológica: el protagonista de su novela, Mizoguchi, es un muchacho torpe, tartamudo a consecuencia de un traumatismo psicológico sufrido en su niñez, y afligido por un complejo de inferioridad que todas las circunstancias de su vida contribuyen a agravar. Admitido en el monasterio de Rokuonji (al que pertenece el Pabellón de Oro) gracias a la benevolencia del prior, acaba por concebir por el famoso monumento una admiración enfermiza, que le lleva a identificarlo con el arquetipo de la belleza y a hacer imposible para él toda otra admiración y todo otro afecto. El descubrimiento de esta influencia paralizadora le llevará a odiar a su ídolo y a destruirlo para recobrar finalmente la libertad. En El pabellón de oro se basa en buena parte la película biográfica Mishima, producida por Francis Ford Coppola y George Lucas y dirigida por Paul Schrader.
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