Pero si el lector entra en ese juego, si acepta realmente hacerse cargo de la aventura estética que Ortiz le propone, si se deja estar en ese fluir semejante a un encantamiento (pero un encantamiento lúcido, con la mente y todos los sentidos alertas), puede, de pronto, descubrir que ha ganado mucho, sobre todo cuando, al retornar a su realidad, la encuentre sorprendente y delicada, o al menos capaz de serlo por un rato. Habrá encontrado una disciplina de la paz y la atención , que inevitablemente ha de ser provisoria, pero los instantes que habrá vivido mientras respiró esta atmosfera le resultarán seguramente imborrables.
Del prólogo de Daniel Freidemberg.
Antología / Juan L. Ortiz ::: Losada / $42
sábado, febrero 28
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